Se trata,
según la Junta, de luchar contra el fraude fiscal, pero en la práctica quiere
impedir que los
andaluces que vayan a morir
"previsiblemente" en el plazo de un año dispongan del dinero de sus cuentas
bancarias. El nuevo proyecto de Ley fue admitido ayer a trámite por el Consejo
de Gobierno que preside Susana Díaz y dice pretender que se impida eludir el
pago del impuesto de Sucesiones en los casos de "fallecimiento previsible con
anterioridad".
Según la
consejera de Hacienda y Administraciones Públicas, María Jesús Montero, se han
detectado situaciones en las que se han hecho "operaciones en los depósitos
bancarios" de la persona a punto de morir hacia "las cuentas de sus familiares"
con objeto de "evitar el pago de dicho impuesto". Dicha medida imposibilitará,
por tanto, realizar operaciones en los depósitos bancarios que puedan ser señal
de un desvío del dinero para
eludir la tasa
fiscal.
En la referencia oficial, la Junta lo explica
de este modo: "En la modalidad de Sucesiones, se incrementa la capacidad de la
administración para acceder a los
movimientos bancarios de los herederos ya que, en casos de
fallecimiento previsible con anterioridad, se han detectado operaciones o
movimientos en los depósitos bancarios con objeto de eludir el pago de ese
impuesto. Ahora, la persona beneficiaria tendrá que aportar una acreditación
emitida por la entidad financiera en la que aparezca el saldo en el momento de fallecimiento,
pero también los movimientos efectuados
en el plazo de un año previo a esta situación, así como el
número de titulares de la cuenta."
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